Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro llegaron ayer a un acuerdo para reestructurar la deuda griega -de 327.000 millones (un 170% del PIB)- y hacerla sostenible. Minutos antes de la una de la madrugada, Draghi anunció que había acuerdo. Poco después, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker lo confirmaba en rueda de prensa.
Tras conocerse la noticia, el euro superó los 1,30 dólares y las bolsas asiáticas abrieron en positivo. A las 10:00 horas, las bolsas europeas cotizan modestamente al alza, pero el euro vuelve a perder el nivel de los 1,30.
Según se desprende del comunicado aprobado ayer, el "Eurogrupo estaría dispuesto a consderar" una serie de medidas. Para empezar, el BCE renunciaría a los beneficios del programa de recompra de bonos (valorados en unos 11.000 millones de euros), que serían traspasados a los bancos centrales de cada país, que a su vez los transferirían a Grecia, (a la cuenta bloqueada para devolver el dinero del rescate).
Además, los países reducirían los tipos de interés de los préstamos bilaterales a Grecia de 150 puntos a 50 puntos básicos, y ofrecerían una moratoria de 10 años en el pago de intereses al fondo de rescate temporal (FEEF). A ello se sumaría un retraso de 10 años en la fecha de vencimiento de los préstamos bilaterales y de los concedidos por el FEEF.
El Eurogrupo también recortará en 10 puntos básicos en las comisiones que Grecia paga al fondo de rescate temporal (FEEF).
Además, se propondrá una recompra de bonos de los inversores privados, que será "sustancial", según ha asegurado Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional. El comunicado apunta que el precio de la oferta no superará el precio de cierre del 23 de noviembre, lo que según Reuters, supone un precio del 35% del valor nominal. No está claro cuántos inversores querrán acudir voluntariamente a esa oferta.
Finalmente, el Eurogrupo ha logrado evitar una quita de la deuda griega en manos públicas (127.000 millones de las cuales pertenecen a gobiernos de la zona euro), tal y como pedían el Fondo Monetario Internacional y, según Der Spiegel, también el BCE. No obstante, ayer mismo, el ministro de Economía alemán, Wolfgang Schaeuble no descartó nuevas medidas más adelante: "Cuando Grecia consiga, o esté a punto de conseguir, un superávit primario y cumpla con todas sus condiciones, consideraremos, si es necesario, nuevas medidas para reducir el total de su deuda".
40.000 millones menos
El objetivo del acuerdo es reducir en 40.000 millones de euros la carga de la deuda griega en 2020, para que ésta se reduzca hasta el 124% del PIB heleno. Esto supone una relajación del objetivo inicial, que se había fijado en el 120% del PIB. Para 2022, el Eurogrupo espera que la ratio deuda-PIB esté "sustancialmente por debajo del 110%".
Sin embargo, el Eurogrupo subraya que estas concesiones a Grecia están condicionadas a "una fuerte implementación de las reformas durante el periodo que dura el programa y durante el periodo de vigilancia post-programa".
Este "acuerdo político", tal y como lo ha denominado Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, allana el camino para liberar varios tramos adicionales del rescate griego por un valor conjunto de 43.700 millones de euros. Ahora este acuerdo debe ser aprobado por algunos parlamentos nacionales, como el alemán, el holandés y el finlandés, y ser aprobado finalmente el 13 de diciembre. Ese visto bueno dependerá también de "una revisión del resultado de la posible recompra de deuda de Grecia". En concreto, Lagarde condicionó expresamente el desembolso de su parte del tramo a la marcha de la recompra de bonos.
Grecia recibiría en diciembre 10.600 millones para financiar sus gastos operativos y 23.800 millones para recapitalizar sus bancos. Los 9.300 millones de euros restantes serán desembolsados en tres sub-tramos durante el primer trimestre de 2013, una vez que Grecia implemente una serie de reformas incluidas en el Memorando de Entendmiento. Entre ellas, el Eurogrupo destaca la reforma fiscal.