Bruselas simplifica el IVA para fomentar que las pymes se lancen a vender en la UE
La Comisión Europea propone hoy una simplificación de la gestión del IVA para las compañías europeas que vendan productos y servicios de forma transfronteriza, con un hincapié especial en aquellas que lo hacen de forma online. Bruselas prevé ahorros de 2.300 millones de euros al año para las empresas.
El Ejecutivo comunitario quiere también eliminar una exención del impuesto para productos de pequeño valor de fuera de la UE por la que estima que se pierden 5.000 millones de euros al año de forma fraudulenta. Además, la propuesta legislativa invita a los Gobiernos a aplicar el mismo IVA a los libros electrónicos que a los físicos aunque no lo hace obligatorio.
El plan prevé que las empresas puedan liquidar el IVA que deban a los 28 países comunitarios en una ventanilla única y de forma trimestral. Una vez abonada la cantidad, esta se repartiría entre los Estados Miembros. Ahora mismo, sobre el papel, una empresa estaría obligada a registrarse para liquidar el IVA en cada país donde tiene clientes. El sistema ya se aplica desde 2015 a las compañías que venden servicios electrónicos, como las aplicaciones móviles.
El año pasado recaudó 3.000 millones de euros. Según la Comisión, al ampliar el rango de aplicación, los 28 podrían recaudar 7.000 millones de euros más y las empresas se ahorrarían un 95% de los costes administrativos de gestión del IVA, unos 2.300 millones.
La propuesta contempla que las empresas con ventas online de hasta 100.000 puedan justificar que un cliente reside en un determinado país de la UE con un solo justificante. En estos momentos, hacen falta dos.
La Comisión propone también que las micropymes que vendan a otros países de la UE y cuyas ventas no sobrepasen los 10.000 euros anuales, puedan seguir liquidando el IVA en su país de origen. Ahora ese umbral es de 35.000 o 100.000 euros, a discreción de cada país.
En la práctica, esto endurece la norma, ya que rebaja el umbral de empresas que se pueden beneficiar de esta práctica. Sin embargo, la Comisión cree que es necesario para evitar abusos, ya que habría empresas que estarían aprovechando la falta de cooperación fiscal entre Estados Miembros para falsear los datos y explotar los diferenciales de IVA en los distintos países o, directamente, para no pagar ningún tipo de IVA. El cambio se aplicaría en 2018 para los servicios y en 2021 para las mercancías.
La propuesta incluye también otra medida para luchar contra el fraude. Plantea eliminar a partir de 2021 la exención del IVA a productos de menos de 22 euros que llegan de otros países comunitarios. El Ejecutivo comunitario afirma que esta bula impositiva no solo deja en desventaja a las empresas europeas (que deben aplicar el IVA correspondiente a cualquier producto independientemente de su importe), sino que es una fuente de abusos.
"Productos importados de alto valor, como smartphones y tabletas se infravaloran de forma regular o se describen erróneamente en el papeleo de aduanas para beneficiarse de esta exención", afirma la Comisión, que espera que esta medida incremente en 7.000 millones la recaudación anual a partir de 2021.
La propuesta debe ser consultada con el Parlamento Europeo y requiere la aprobación unánime de los 28 Gobiernos de los Estados Miembros.
