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14/02/2012 | Soria | ABACO SORIAL S.L.

Consejero de empresa pública: una especie en extinción

Laboral

El recorte de empresas públicas impulsado por el Gobierno reducirá drásticamente el número de puestos disponibles para consejeros.

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) acometerá en su próximo consejo del día 24, el primero bajo la presidencia de Ramón Aguirre, un plan para reducir la estructura del hólding estatal, compuesto por más de cien sociedades, entre empresas cabeceras y participadas. Aguirre planea integrar la mayor parte de los entidades participadas en sus respectivas matrices, lo que supondría la eliminación de decenas de consejos de administración.

Sólo las grandes empresas integradas en Sepi suman 110 consejeros, que se multiplican al sumar las compañías públicas participadas. El coste de cada uno de estos consejos es variable, aunque, como ejemplo, el órgano de administración de Enusa, dedicada al tratamiento de uranio, cuesta 300.000 euros al año.

Estos cargos son habitualmente ocupados por altos cargos de los distintos ministerios a los que están adscritas las empresas.

Los recortes afectarán también a las presidentes de las empresas públicas, con rebajas de retribuciones previstas de en torno al 30%. En el consejo de Sepi, se desvelará un buen número de relevos al frente de empresas públicas, pero no todos.

En el caso de REE, participada por el hólding estatal pero cotizada, los relevos deberán ser aprobados por la junta de accionistas de la compañía. José Folgado suena como sustituto de Luis Atienza.
RTVE y la Agencia Efe también decidirán el futuro de sus órganos de gobierno fuera del consejo de la Sepi. Así, el presidente de RTVE debe ser nombrado por consenso entre los partidos mayoritarios, PP y PSOE, y los miembros del consejo tienen un mandato de seis años. Además, el Gobierno ha mostrado su intención de estudiar una posible integración de Efe en RTVE, lo que adelgazaría al máximo la estructura de la agencia estatal.
El presidente de la Sepi ha marcado también el camino para el resto de empresas públicas que no dependen del hólding estatal, como Renfe, Aena y Adif, entre otras. El plan de austeridad provocará una reestructuración de estas empresas que también afectará a los órganos de dirección y al número y tamaño de los consejos de compañías que cuelgan de las matrices.