El organismo prevé que la economía retroceda un 1,3% en 2013, muy lejos de la caída del 0,5% que calcula el equipo de Rajoy y la mayor contracción de las potencias avanzadas tras Grecia. El Fondo sitúa el paro por encima del 25%.
El brevísimo prólogo con el que el FMI intenta resumir las 250 páginas del denso Informe de Perspectivas Económicas Mundiales que acaba de publicar apenas ocupa un folio. Son muy pocas líneas para condensar las ideas clave de una crisis global sin precedentes, en las que, como es habitual, habla de los riesgos en los mercados emergentes, en EEUU y en la zona del euro. Pero este año hay dos invitados especiales a la relevante introducción: España e Italia, “que deben continuar con planes de ajuste que restablezcan la competitividad, el equilibrio fiscal y el crecimiento”.
Es el resultado de unas demoledoras previsiones para España en 2013, las más pesimistas que ha publicado el Fondo hasta el momento y que condenan al país a otro año de intensa recesión y paro. Las nuevas cifras contemplan, en concreto, un retroceso del PIB del 1,3% este año, una décima más de lo que pronosticó en julio y muy lejos de la caída de sólo medio punto que espera el Ejecutivo de Rajoy. Se trata incluso de la mayor contracción de las potencias avanzadas, sólo por detrás de Grecia, que se desplomará un 4%. Además, sucedería a un crítico 2012, cuando, pese a que la proyección mejora dos décimas, el PIB caerá otro 1,5%.
España no estará sola en esa recesión, pues se extenderá a todas las economías de la periferia de la eurozona. Pero sí se diferenciará de ese grupo en su particular lacra: el paro, donde volverá a ser campeona. El Fondo empeora su previsión en este capítulo para estimar que el desempleo escalará hasta un récord del 25,1% en 2013, también la peor cifra calculada hasta ahora por el organismo y, de nuevo, a distancia del 24,3% que prevé Rajoy. En 2012, el pronóstico es del 24,9%, lo que supone que uno de cada cuatro trabajadores estará en el paro.
Problemas fiscales
Con todas estas cifras, el Fondo desmonta los Presupuestos para 2013 que hace poco más de una semana presentó el Gobierno de España, que “debe ser capaz de recapitalizar sus bancos sin contaminar a la deuda soberana y a intereses razonables”. En este sentido, y en plenos temores a un rescate español, advierte de que los fondos europeos (el FEEF y el MEDE) deberán apoyar a los países en crisis y a sus bancos para evitar esa retroalimentación negativa y aliviar los problemas de financiación.
“La mayoría de estas piezas están encajando bien, y si el puzle se completa rápidamente, se puede confiar en que lo peor ha quedado atrás”, dice el FMI tras admitir que la prima de riesgo española no se corresponde con los fundamentos de su economía.
Salvo esas recomendaciones, esta vez el Fondo no hace ninguna propuesta concreta, como las relativas a subidas de impuestos o rebajas del sueldo de los funcionarios, citadas en otras ocasiones.
Solo lanza recomendaciones generales para la zona del euro que podrían ser aplicables a España, como medidas para mejorar la capacitación de los trabajadores, asistencia para buscar empleo o reformas del mercado de trabajo que eliminen obstáculos a la contratación y fomenten la flexibilidad salarial. Aconseja especialmente bajar los costes del despido y el salario mínimo en los países en los que su cuantía obstaculice que las empresas fichen a empleados jóvenes y menos cualificados.
Posible rescate
España no solo es una de las protagonistas del informe de previsiones económicas del FMI. Además fue centro de atención durante la presentación del citado estudio en Tokio.
Allí los responsables del Fondo insistieron en repetir lo que ya avisó la semana pasada su directora gerente, Christine Lagarde: el organismo se ofrece a ayudar a España de diversas formas en un hipotético rescate, bien mediante ayuda financiera directa o bien fiscalizando las posibles reformas que se pacten con Bruselas. “Nuestra participación se vería determinada por lo que el Gobierno español busque por parte de nosotros… Una vez más la decisión es de España”, concluía Olivier Blanchard, economista jefe del FMI
Asimismo, recordó que España e Italia "deben seguir adelante con sus planes de ajuste" para restablecer el equilibrio fiscal, lo que pasa por recapitalizar sus bancos en caso de necesidad sin contaminar al tiempo a la deuda soberana.