El Tesoro Público ha decidido adelantar al mercado su estrategia de financiación para 2013. Lo ha incluido en una presentación en inglés que suele actualizar todos los meses con los acontecimientos en el plano macroecónomico que se han producido, los avances en el proceso de consolidación fiscal del Gobierno, las reformas estructurales, así como la gestión de la deuda pública.
Aunque el plan todavía tiene colgado el cartel de “provisional”, el Tesoro prevé aumentar la deuda neta (si se restan los vencimientos al montante emitido) en 48.000 millones el año que viene, de los que 28.100 corresponden a bonos a medio y largo y plazo y 19.900 millones a letras del Tesoro.
Se trata de un cambio radical en la estrategia del Tesoro, puesto que en los últimos años se había optado por ir refinanciando las letras que iban venciendo, por lo que apenas aumentaba la deuda neta con estos títulos a corto plazo. De hecho, este año sólo se ha emitido un importe neto de 1.000 millones en letras, frente a los 35.800 millones en bonos a medio y largo plazo. En total, el saldo vivo ascenderá a 684.800 millones a finales del año que viene, según incluye el Tesoro en la presentación.
La mayor apelación a las emisiones de letras a un plazo de entre tres y 18 meses provocará, previsiblemente, una reducción de la vida media de la deuda del Estado que ya ha comenzado en 2012. Y es que el Tesoro ha tenido que ajustar mucho la oferta a una demanda que se ha concentrado en los plazos a tres años, como consecuencia de las subastas de liquidez del Banco Central Europeo (BCE). De hecho, en 2012, la vida media de la deuda española en circulación ha pasado de 6,55 a 6,05 años. Según Ciaran O’Hagan, jefe de estrategia de tipos de interés en Europa de Société Générale, “la intención de aumentar en 20.000 millones la deuda mediante emisiones de letras, si va en serio, provoca que haya aún más dudas sobre que España vaya a pedir el rescate a comienzos de año”. Aunque, por otro lado, reconoce que “esta táctica continuará reduciendo la vida media de la deuda y los mayores riesgos de refinanciación podrían preocupar al inversor”.
El Tesoro está adaptando la estrategia a un entorno difícil de mercado. En total, tiene que captar 207.000 millones brutos el año que viene, de los que 90.400 millones corresponderían a bonos, y el resto a letras. Pero además tienen que añadir al menos 23.000 millones más para las CCAA. No obstante, este año ya habrá captado más de 11.000 millones por adelantado con la subasta de títulos a tres, cinco y 30 años de hoy.
El director general del Mede, Klaus Regling, reconoció este miércoles, en una entrevista a EXPANSIÓN, que España no iba a necesitar el rescate, una opinión que contrasta con el consenso de las firmas de inversión extranjeras. Y parece que el Tesoro busca precisamente eludirlo con este nuevo plan de financiación, puesto que las letras, al ser a más corto plazo, se colocan más fácilmente entre los inversores. A cambio eso sí, recortará la vida media de la deuda, algo que no les gusta a las agencias de ráting. Pero, por otro lado, reducirá los costes de financiación que se están comiendo la mayor parte de los Presupuestos. Tiene pinta, por tanto, de que 2013 será otro ejercicio complicado en los mercados de deuda.