La deuda española ha salvado una nueva prueba, con la dificultad añadida de llegar con la prima de riesgo por encima de los 500 puntos. La primera emisión después de la cumbre europea de la semana pasada se ha saldado con la adjudicación del importe máximo previsto, 3.000 millones de euros. El margen de la demanda se mantiene, aunque el interés haya subido al 6,4% en los bonos a diez años.
El repunte de la desconfianza hacia la deuda periférica registrado en las últimas jornadas ha disipado el optimismo que generaron los acuerdos alcanzados en la pasada cumbre europea. El Tesoro, en su primera emisión tras el pacto para recapitalizar directamente la banca española, mantuvo su línea de prudencia al limitar sus objetivos de emisión a un rango de entre 2.000 y 3.000 millones de euros.
Al igual que ha sucedido en las últimas subastas, el importe adjudicado finalmente se ha ajustado al importe máximo previsto, 3.000 millones. Una vez más ha contado con un notable respaldo de la demanda. Las peticiones han sumado 7.800 millones de euros en las tres referencias colocadas en el mercado.
Los bonos a tres años, los únicos donde el coste ha bajado respecto a la anterior subasta, han acaparado la mayor parte del importe emitido: 1.239 millones de euros, de forma que la ratio de cobertura ha descendido desde las 3,2 veces de junio hasta las 2,3. La demanda ha superado la oferta 2,6 veces en los bonos a cuatro años, en línea con el colchón contabilizado hace un mes, y 3,2 veces en los bonos a diez años, prácticamente igual que la ratio de 3,3 veces de junio.
El respaldo de la demanda no ha podido evitar un nuevo incremento en los costes, salvo en los bonos a tres años, donde la rentabilidad media ha descendido desde 5,457% hasta el 5,086%. El deterioro en las últimas jornadas ha impedido que este porcentaje bajara del umbral del 5%, como sucedía hasta ayer en el mercado secundario.
Para colocar los bonos a cuatro años, el Tesoro ha tenido que ofrecer un interés medio del 5,536%, ligeramente por encima del 5,353% del pasado 7 de junio. En el caso de los bonos a diez años la rentabilidad ha subido desde el 6,044% de hace un mes hasta el 6,43%, un porcentaje inferior sin embargo al que reflejaba el mercado secundario (6,5%).
Una vez completada la emisión de hoy, el Tesoro tiene cubiertas más del 60% de las necesidades previstas para el conjunto del año. La publicación del resultado de la subasta no ha provocado grandes sobresaltos en el mercado secundario de deuda. La prima de riesgo se mantiene por encima de los 500 puntos básicos, y el interés del bono a diez años se afianza en el 6,5%.