Dos fuentes de la Unión Europea y una alemana aseguran a Reuters que se prevé que España pida ayuda para la banca este fin de semana. Concretamente, la solicitud podría producirse el sábado por la tarde, también según las mismas fuentes. Sin embargo, un portavoz del Gobierno español ha asegurado que no les consta.
Los próximos días se presentan intensos. Además, se espera que el Eurogrupo mantenga una teleconferencia el sábado en la que se abordarán los detalles del hipotético rescate al sistema financiero español.
Esta noticia llega después de que en los últimos días se hayan producido multitud de informaciones confusas o contradictorias. Por ello, es necesario tomar de momento con cautela las últimas filtraciones.
De hecho, fuentes de oficiales consultadas por Expansión aseguran que "el Gobierno no comenta especulaciones y se remite a las declaraciones del presidente".
Ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró que España iba a esperar a decidir cuál era el mejor "procedimiento" para sanear la banca por lo menos hasta que se dé a conocer el informe completo del Fondo Monetario Internacional sobre el estado del sistema financiero español y sus necesidades de capital. Pero también es cierto que ayer ya se filtró algún dato de este informe que elevaba la necesidad de ayuda externa de la banca a 40.000 millones de euros.
De momento, la primera cara visible que se ha pronunciado ha sido la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, Marta Fernández Currás, que ha asegurado hoy que es "falso" que España vaya a pedir mañana ante las autoridades europeas un rescate.
"Rotundamente no. Es falso, no necesitamos ser rescatados", ha asegurado, tras lo cual ha recordado que tanto el comisario de Economía, Oli Rehn, como el propio presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, se han pronunciado al respecto.
Sin embargo, la Comisión Europea ha dejado claro hoy que el Gobierno español no ha remitido ninguna petición de ayuda "financiera para recapitalizar su sector bancario" hasta ahora, pero ha recordado que existen instrumentos que pueden ser activados en caso de que sea necesario.
"No hay noticias de una solicitud de España por el momento. Si hay una petición, existen instrumentos apropiados que están listos para ser activados de acuerdo con las directrices acordadas", han explicado fuentes del Ejecutivo comunitario.
También fuentes del Ministerio de Finanzas alemán consultadas por Europa Press han asegurado que compete al Gobierno español solicitar la ayuda si lo estima necesario "exclusivamente para recapitalizar sus bancos" a través del fondo de rescate europeo actual, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF), y han confirmado que "la condicionalidad" exigida a cambio de la ayuda se limitaría a "la banca".
"Compete a Madrid decidir si quieren pedir asistencia del EFSF para su banca", han explicado fuentes del Ministerio de Finanzas alemán.
Las alternativas que hay sobre la mesa
También a lo largo de semana se ha especulado mucho sobre las formas en las que se podría desarrollar el rescate y se han apuntado varios procedimientos.
Una de las posibilidades es que la UE preste ayuda directamente al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), pero esto sólo podría funcionar bajo el MEDE, que entrará en vigor el próximo mes.
Otra opción es que el FEEF podría abrir una línea de crédito preventiva para España para despejar la vía para la recapitalización de la banca.
Según filtraron altos cargos alemanes a Reuters, se estaría preparando un rescate "light" para España que permitiría recapitalizar sus bancos en apuros con ayuda de sus socios europeos a la vez que evitaría una intervención total de la economía española.
Aunque Berlín sigue firme en su rechazo a las peticiones españolas de que los fondos de rescate europeos presten directamente a los bancos, los altos cargos alemanes dijeron que si Madrid hace una solicitud formal de ayuda, los fondos podrían liberarse sin que tuviera que someterse al estricto tipo de programa de reformas que acordaron Grecia, Portugal e Irlanda. En su lugar, España sólo tendría que acordar nuevas condiciones ligadas a la reforma de su sector bancario.