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01/01/1970 | Soria | ABACO SORIAL S.L.

Juncker insta a combatir el populismo y reforzar la UE: "La Historia recordará nuestros errores y nos hará responsables"

Economía y empresa

La Unión Europea se enfrenta al mayor desafío de su historia: gestionar el Brexit [Britain + Exit], la primera salida del club de un Estado Miembro, en pleno auge de los populismos euroescépticos en países fundadores como Francia, Alemania, Italia y Holanda.

Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión, ha aprovechado hoy su discurso en el Debate sobre el Estado de la Unión, que se celebra en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo, para esbozar su idea de una UE post-Brexit, y ha lanzado una adverencia: "La Historia no nos recordará a nosotros. Recordará nuestros errores. y nos hará responsables de lo que hagamos en esta generación".

Aunque Juncker ha asegurado que tras el golpe del Brexit, "la UE como tal no está en riesgo" ha urgido a hacer frente a los problemas que agrietan los cimientos del club comunitario.

El luxemburgués ha tratado casi todos. Por un lado impulsar la inversión y el empleo, para los que ha propuesto elevar el plan Juncker para movilizar unos 600.000 millones de euros más hasta 2022 y crear un mercado único digital. Por otro, la crisis de refugiados, donde ha instado a los Estados a acoger a los que huyen de la guerra, aunque ha reconocido que "la solidaridad no puede forzarse". Otro punto clave ha sido la seguridad del continente tras los recientes ataques terroristas, para lo que Juncker ha urgido a reforzar la frontera exterior de la UE y se ha comprometido a hacer una propuesta antes de fin de año para movilizar inversión en I+D militar.

Pero bajo estos mensajes de Juncker subyacía una idea de fondo: la Unión es la mejor forma, si no la única, de hacer frente a todos estos desafíos. Estas palabras llegan a tres días de que comience la cumbre de 27 jefes de Estado y Gobierno (excluido el británico) en Bratislava, para consensuar un plan de acción y una idea de lo que debe ser la UE, una vez que Reino Unido la abandone.

Consciente de que algunos países no quieren oír hablar de más integración, el presidente del Ejecutivo europeo, un federalista europeo convencido, ha lanzado varios guiños a las capitales. Juncker ha reconocido que la UE no será jamás un "área nacional" y que la Comisión "no quiere deshacerse" de los Estados Nación: "Queremos construir, queremos una Europa mejor".

"No somos los Estados Unidos de Europa [...] Nuestra historia, nuestra mala historia, nos ha hecho de esta manera. Nos ha hecho lo que somos", ha afirmado Juncker

El luxemburgués ha lanzado también un mensaje de alarma por el auge del populismo y ha instado a combatirlo: "Hay divisiones ahí fuera, y a menudo existe fragmentación [entre los Estados Miembros, donde necesitamos más esfuerzos de la UE. Y eso deja un margen de acción para el populismo galopante. Y el populismo no soluciona problemas, los crea, y debemos luchar contra ello".

"Europa -ha recordado Juncker- tiene una misión, en casa y en el mundo. Entre los pesimistas [...] y los optimistas, están los que no abandonan, los que tienen el espíritu de construir algo para las futuras generaciones".