La deuda que acumulan las entidades que operan en España con el Banco Central Europeo se ha reducido en octubre en 36.575 millones frente al mes anterior.
La cifra de octubre demuestra que la banca española sigue muy dependiente de la ayuda del BCE para poder financiarse. No obstante, paulatinamente, la deuda se va alejando del pico de 388.736 millones que alcanzó en agosto. Con respecto a octubre del año pasado, sin embargo, la financiación que reciben las entidades sigue siendo mayor en 4,4 veces.
Las cifras que ha publicado hoy el Banco de España se refieren a la deuda neta de las entidades, es decir, lo que toman prestado, menos lo que meten en la facilidad de depósitos del banco central. La cifra bruta asciende a 366.934 millones, con un descenso del 8,2% frente a septiembre.
El descenso de las peticiones de los bancos españoles contrasta con la evolución de la deuda total de la banca europea con el organismo que preside Mario Draghi, cuyo importe neto subió en octubre hasta los 885.514 millones, un 1% más.
Los expertos atribuyen el descenso de las peticiones de los bancos españoles a las iniciativas tomadas por el propio BCE para intentar poner freno a la crisis de la deuda soberana y, en particular, sostener al bono español. En agosto, Draghi anunció que el banco central estaría dispuesto a comprar deuda española, siempre y cuando el país pida antes el rescate.
Desde entonces, los mercados ha ofrecido a las entidades financieras más sólidas, como Santander, BBVA, Sabadell o Banesto, algunas ventanas para poder emitir