La asignación internacional es una fórmula cada vez más utilizada por las empresas, que tienen cada vez más negocio en el exterior. Se trata de una gran oportunidad profesional para el desplazado.
¿Qué responderías si tu empresa te propusiera trabajar durante unos años en el extranjero? Seguramente dirías que sí, pues hoy ser expatriado, desplazado o asignado internacional (el concepto ha adquirido varios nombres en los últimos años) es más que irse a otro país. "Ahora se trata de una forma de vida", asegura Javier Cano, director general del negocio de Cigna, Global Health Benefits, en Europa. Y está en lo cierto. Hace unos años, cuando a un profesional se le ofrecía esta oportunidad, la consideraba un bache que había que superar para continuar creciendo en la empresa;ahora es un premio, un avance en el currículo, una opción de mejora, y no tiene tanto que ver con el sueldo ni los beneficios que se pueden conseguir. Incluso hay ya profesionales que saltan de un país a otro evangelizando el know how de la compañía y conociendo nuevos mercados, y también hay quien se queda en el lugar de destino y se localiza.
Los nuevos expatriados
Lejos han quedado los privilegios que ciertas empresas concedían a los profesionales desplazados. Ahora son pocos los casos de expatriados con un paquete retributivo para envidiar. "Actualmente la mayoría de desplazados ha perdido la repatriación, pues ya no se garantiza el puesto a su vuelta; tampoco se paga ya, en la mayoría de los casos, el colegio de los niños; se han reducido los viajes de ida y vuelta;se han ajustado las asignaciones para vivienda; y se han equiparado sus sueldos con las nóminas de los locales de sus mismas categorías, con lo que se generan menos diferencias", cuenta Ana Gazarian, CEO de Employee Mobility Solutions (EMS).
Cano, que asegura que los beneficios sociales siguen siendo los mismos, apunta, sin embargo, a que "en lo que respecta a los servicios de salud, se ha detectado que en los últimos años los expatriados ubicados en Asia, Europa, Oriente Medio y África han visto reducidos este tipo de dividendos". Un hecho que destaca, porque considera de enorme importancia que la empresa contrate para sus asignados internacionales un seguro de salud completo "para ofrecer las mismas coberturas médicas que tendrían en sus países de origen". En el caso de los beneficios económicos, y según el directivo de Cigna, "son los puestos intermedios los que más han sufrido las consecuencias de la crisis. Sus condiciones han bajado sustancialmente, mientras que los puestos de confianza o seniority han mantenido sus paquetes retributivos altos".
Pese al ajuste en sus privilegios, cada vez hay más expatriados. El negocio está fuera de nuestras fronteras, tanto para la gran empresa como para la pyme. Además, han aparecido figuras nuevas. Al expatriado tradicional se le unen otras fórmulas, como el desplazado nómada, aquel que salta de país en país y no teme caer en una zona poco recomendable. "Rotan. Suelen quedarse unos 45 días en el país de destino, vuelven a España por dos semanas y regresan al trabajo en otro lugar", explica la CEO de EMS.
También se tiende, y cada vez más, a la localización. Borja Montesino-Espartero, socio de PwC Tax & Legal, asegura que, en términos generales, cuando el desplazado supera el tiempo máximo en una expatriación, es decir, a partir del quinto año, "se le localiza, lo que suele producirse porque cuenta con un pacto de permanencia en el puesto".
Se han adaptado estos modelos a las necesidades del actual mercado laboral, recuerda José Antonio de Ros, director general de ERES Relocation Services, lo que también se traduce en expatriaciones por meses, desplazamiento, sobre todo de perfiles técnicos, por proyectos puntuales.
Bárbara Pardo de Santayana y Elena Cañón, socia directora y senior manager de People Advisory Services de EY Abogados, respectivamente, señalan, asimismo, que han variado los países de destino. "Si hace unos años la mayoría de empresas tenían su foco puesto en Latinoamérica, ahora ganan peso Estados Unidos y, en el caso de las empresas del sector de la construcción, África y Asia".
Retrato robot del nuevo desplazado
El 81% son hombres de mediana edad -el 59% tiene entre 35 y 54 años-, cuentan con una familia a la que, por norma general, prefieren dejar en el país de origen por diversas razones, entre ellas el hecho de que el lugar de asignación esté situado en mercados emergentes o lejos de España.
Las oportunidades de expatriación se dan principalmente en el sector de la energía (30%) y en proyectos con largos periodos de tiempo, generalmente de entre 2 y 3 años (35%).
Asia, América Central y África subsahariana son las zonas en las que más crecieron los expatriados, mientras que en los lugares más desarrollados como Europa u Oriente Medio, el número de desplazados descendió.