Florentino Pérez afronta su último gran reto, el nuevo Santiago Bernabéu, que aspira a convertirse en un icono arquitectónico gracias a una obra faraónica casi sin precedentes en Madrid. Un proyecto que ya tiene vía libre. Por un lado, el Tribunal de Justicia de Madrid (TSJM) ha revocado esta semana el auto del juez que paralizaba cautelarmente el convenio firmado entre el Ayuntamiento y el Real Madrid. Por otra parte, la Comisión de urbanismo también ha sacado a su vez adelante el proyecto, que será ratificado en el pleno del Ayuntamiento del próximo miércoles.
Los tres grupos de arquitectos que están en concurso -se han fusionado los seis candidatos ante la complejidad del proyecto- tienen hasta el 17 de septiembre para presentar su proyecto. Los aspirantes trabajan con sigilo y a destajo para plasmar un estadio prácticamente nuevo. La gran dificultad que entraña el proyecto es que se construye sobre un suelo ya en uso, lo que lo complica aún más la obra e incrementa los costes.
El presupuesto es de unos 200 millones de euros y los arquitectos e ingenieros se las tendrán que ingeniar para desmontar el actual Bernabéu y levantar el nuevo. Lo más cómodo sería cerrar el estadio, pero el Madrid ya ha dejado claro que eso es inviable. En base a los números, motivos tienen en el Madrid, que ingresa unos 800.000 euros por partido entre todos los conceptos.
Del actual Bernabéu no quedará casi nada. Hace sólo unos años que se remodelaba la fachada Este que da a la calle Padre Damián. Parecía así que se cerraba un proyecto que comenzó a principios de los 90 con la ampliación del tercer anfiteatro, pero poco ha durado el Bernabéu como se ve ahora mismo. La actual fachada y la cubierta se desmontará con grúas. Apenas quedará el esqueleto de hormigón para empezar con el nuevo concepto que se quiere dar al estadio, que estará dotado de una piel envolvente, una nueva cubierta o un centro comercial o un hotel -esto último está por decidir- en la zona de la Castellana, por donde se expande el nuevo proyecto del estadio.
El sueño de Florentino Pérez es que el nuevo estadio sea ya una realidad en 2015. No hay tanto tiempo por delante si nos atenemos a lo complejo del proyecto y al tiempo. Hay que tener en cuenta que no se trabajaría, además del día de partido, el día antes de cada encuentro, porque se dedica a la limpieza del estadio, que con las obras será aún mayor.
Proyecto de ejecución
Los proyectos que se presentarán parten del concepto de estadio del arquitecto Mark Fenwick, que ha diseñado el único estadio refrigerado para el Mundial de Catar y que fue contratado por el Real Madrid para plantear el proyecto que más se ajusta a las necesidades del club y sus aficionados.
El ganador presentará después un proyecto básico, como fase previa al proyecto de ejecución. El Madrid debería decidir después si sigue adelante el ganador con su equipo de arquitectos o ingenieros o, por el contrario, el club compra la idea para asegurarse que el estadio quede a su gusto y no tan expuesto a las exigencias de arquitectos cuyos egos y gustos pasan en ocasiones por encima del cliente.