La UE mitigará el golpe a los depósitos de pymes y particulares en los rescates bancarios
La UE mitigará el golpe a los depósitos de pymes y particulares en los rescates bancarios
El Consejo Europeo debatirá el viernes dar una protección especial a los depósitos de más de 100.000 euros de pymes y particulares, situándolos al final de la cascada de pérdidas que se aplicaría a accionistas y acreedores en caso de rescate bancario. Esta posición de privilegio no les exime de las quitas, aunque amortiguaría las potenciales pérdidas que puedan sufrir. Sin embargo, esta protección extra no saldría gratis: supondría un mayor riesgo para los depósitos de las grandes empresas, que, con esta nueva propuesta, tendrían la misma jerarquía que los bonistas senior. Así se desprende del último borrador de la Directiva de Recuperación y Resolución de entidades financieras preparado por el Consejo Europeo, avanzado la semana pasada por EXPANSIÓN y que será objeto de debate el próximo viernes, cuando los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) se reúnan en Luxemburgo. "Para dar cierto nivel de protección a las personas físicas y a las micro, pequeñas y medianas empresas que tengan depósitos elegibles [para una quita] por encima del nivel de los depósitos asegurados [100.000 euros], estos depósitos tendrán una prioridad mayor sobre los acreedores no asegurados ordinarios y los no preferentes", asegura la versión actualizada del texto. Según la definición de pyme y microempresa propuesta en este borrador de directiva, esto afectaría a todas las empresas con menos de 250 personas con ingresos anuales inferiores a 50 millones de euros o un balance de 43 millones. En la práctica, esto se traduce en que la lista de activos que asumen pérdidas en caso de rescate sería, de más a menos penalización, la siguiente: acciones, títulos híbridos (preferentes), bonos junior, bonos senior y depósitos no asegurados que no sean de pymes ni personas físicas (pari passu); y, por último, los depósitos no asegurados de las pymes y personas físicas. Los ahorros por debajo de 100.000 euros quedarían libres de la quita bajo cualquier circunstancia. El texto preparado por la presidencia irlandesa se sitúa en un lugar intermedio entre las posturas más enfrentadas. En un lado, los que defienden un blindaje total de los depósitos bancarios (por encima o por debajo de 100.000 euros), entre los que se encuentra España y el BCE (tal y como adelantó EXPANSIÓN el pasado mes de abril). En el otro, los que preferirían igualar los depóositos no asegurados (más de 100.000 euros) a los bonistas senior, con el objetivo de no ahuyentar a los inversores en esta clase activos. En la última reunión del Ecofin, celebrada en mayo en Bruselas, Alemania y Holanda apoyaron esta última opción, pero tambi´`en se mostraron dispuestas a llegar a un compromiso. Revés al lobby bancario Las patronales bancarias habían presionado para que los depositantes no asegurados sufrieran las mismas quitas que los bonistas senior, para no perjudicar esta última vía de financiación. Este nuevo cambio en el borrador aplaca solo parcialmente esta inquietud, ya que sigue dejando el grueso de los depósitos bancarios con mayor jerarquía que la deuda senior. El proceso legislativo comunitario obliga a que esta postura del Consejo Europeo sea respaldada por el Parlamento Europeo, que también cuenta con su propio borrador de directiva. En ese documento, la Eurocámara propone quitas para los grandes depósitos, pero plantea la posibilidad de hacer excepciones cuando se trate de crisis sistémicas que escapen al control de los bancos. Una directiva que va con retraso Los jefes de Estado y Gobierno de la UE encomendaron a sus ministros de Economía y Finanzas y al Parlamento Europeo llegar a un acuerdo sobre la directiva de Recuperación y Resolución de entidades financieras en el primer semestre de 2013. Pero aunque el Ecofin llegue el viernes a un acuerdo, este objetivo ya no se va a cumplir, porque luego deben consensuar una postura común con la Eurocámara. Esto retrasará la adopción definitiva del texto hasta, como mínimo, octubre de 2013. Al ser una directiva, ésta debe ser transpuesta por los Gobiernos a sus marcos legales nacionales, y el calendario contempla el 31 de diciembre de 2014 como fecha límite. El objetivo inicial era que las herramientas para quitas a acreedores no empezaran a utilizarse hasta 2018. Sin embargo, países como Alemania, Holanda y Finlandia presionan para adelantarlas a 2015. De modo que si el futuro Mecanismo de Resolución de Entidades tuviera que realizar un rescate, se minimizaría la cantidad de dinero público necesario.
