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04/12/2011 | Soria | ABACO SORIAL S.L.

Las siete cuestiones que deben aclararse en una semana clave para el euro

Economía y empresa

La zona euro se enfrenta a una semana clave. Sobre la mesa, muchos asuntos y opiniones, pero la realidad y la tensión exigen una respuesta contundente. ¿Lo lograrán esta vez?

Hay muchas expectativas puestas en el próximo viernes 9 de diciembre. Este día se celebra el Consejo Europeo, en el que se reúnen los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, y se espera que haya alguna decisión firme que sirva de cortafuegos a la crisis de deuda. Pero no es la única cita importante de los próximos días. A continuación, analizamos los asuntos que podrían marcar el futuro del euro.

1- ¿Acercamiento de posturas entre Alemania y Francia
La semana comienza con el encuentro de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy. Ambos líderes mantienen posiciones enfrentadas en cuanto al modo en el que atajar la crisis. De hecho, sus divergencias han sido uno de los frenos a la hora de tomar decisiones en las últimas reuniones. En esta ocasión tratarán de acercar posiciones para presentar una propuesta conjunta ante la cumbre de la UE. Los puntos calientes: el papel del Banco Central Europeo, los eurobonos y el nivel en el que los estados deben ceder soberanía fiscal en favor de Europa.

2- Posible rebaja de tipos
El jueves el Banco Central Europeo celebra su encuentro mensual y su presidente, Mario Draghi, podría anunciar alguna novedad. Según una encuesta de Reuters, el 60% de los analistas creen que el organismo recortará los tipos hasta el 1%. El propio presidente del BCE ha reconocido que los riesgos de una nueva recesión en Europa han crecido, lo que justificaría una nueva bajada.

3- Nuevos mecanismos de liquidez del BCE
Draghi ha asegurado estar al tanto de los problemas de liquidez del sistema financiero. "Somos conscientes de las constantes dificultades para los bancos debido al estrés en los bonos soberanos, las restricciones en los mercados de financiación y la escasez de colateral elegible en algunos segmentos financieros; también de los problemas de desajustes en plazos de vencimiento en los balances, los desafíos de aumentar el nivel de capital y los riesgos cíclicos debidos a la desaceleración", ha dicho. En este sentido, en las últimas semanas se ha especulado con la posibilidad de que el BCE ofrezca nuevas líneas de liquidez a dos o incluso a tres años para las entidades.

4- ¿Sacará el BCE el bazuca?
Esta es otra de las grandes incógnitas. Desde muchos ámbitos se está reclamando un papel más relevante a este organismo. Por ejemplo, se le pide que haga una compra masiva de deuda (que saque el bazuca) para calmar las tensiones de este mercado y que actúe como prestamista de última instancia. De momento, esta propuesta cuenta con la firme oposición de Alemania, que defiende que el organismo se mantenga simplemente como garante de la estabilidad monetaria. Por su parte, Draghi ha insinuado que, antes de dar ese paso, los Gobiernos deben realizar una "actuación contundente" que debería traducirse en un "pacto fiscal" que recoja las reglas esenciales de déficit de la eurozona y los compromisos de ajuste asumidos por cada país.

5- Eurobonos
Otra fórmula que sigue el aire es la creación de eurobonos. La Comisión Europea elaboró un libro verde para provocar el debate sobre ellos, pese a la oposición frontal de Alemania, en el que ofrece tres opciones: bonos con plena garantía mancomunada y solidaria para todos los países de la eurozona, con garantía mancomunada parcial, o con coordinación que no llega al nivel de las garantías comunes. Habrá que ver si hay alguna novedad al respecto.

6- Unión fiscal
Otro de los asuntos que está en juego es que la unión monetaria se convierta en una integración económica, fiscal y presupuestaria mucho más amplia que permita restaurar la confianza en los mercados y en el seno de la región. En la práctica esto supone que se penalicen los incumplimientos del déficit y un mayor control sobre los presupuestos nacionales.

Pero su puesta en marcha se presenta como un gran reto e implica cierta complejidad, tanto en el plano jurídico (podría suponer incluso una reforma del Tratado) como en el terreno de las negociaciones que se mantienen en todos los estados.

Una reforma del Tratado requiere una convención, la aprobación por la Eurocámara y la ratificación de los Veintisiete con posibles referendos nacionales, lo que podría durar "como mínimo tres años", según fuentes diplomáticas europeas citadas por Efe.

Otra opción es crear un protocolo anexo al Tratado o modificar, como ha sugerido ahora Alemania, el protocolo 14 que regula las relaciones entre el Eurogrupo.

La ventaja es que seguiría siendo una ley primaria y no sería necesaria una convención pero sí el visto bueno de los Veintisiete.

De acuerdo con las fuentes que cita Efe, Alemania parece haber suavizado su insistencia en un cambio del Tratado y se inclina ahora más hacia la opción del protocolo o el acuerdo intergubernamental.

En este punto, Francia ha mostrado ciertas reticencias a que los países pierdan tanta soberanía fiscal como exige Alemania.

7- Cómo se ampliará el fondo de rescate
En la última reunión del Eurogrupo se acordó la ampliación del fondo de rescate para la zona euro (EFSF), pero de momento hay muchos cabos sueltos. No se sabe hasta cuánto se ampliará, lo que ya se dijo es que no alcanzará el billón de euros que se prevía en un primer momento. Tampoco se ha aclarado cómo se llevará a cabo ese reforzamiento y quién pondrá dinero y está por ver cuál será el papel del FMI.

LOS MERCADOS ESTARÁN PENDIENTES
La acción conjunta de los bancos centrales para inyectar más liquidez al sistema financiero ha conseguido aliviar las tensiones de los mercados en la última semana. Las bolsas europeas cerraron la semana con subidas del 2% y el mercado de deuda se ha relajado. Por ejemplo, la prima de riesgo española que llegó a tocar los 500 puntos en su peor momento, cerraba la semana por debajo de los 340 puntos.

Eso sí, este optimismo en los mercados también está alimentado por las expectativas que hay tanto en la reunión del BCE del jueves como en la del Consejo Europeo el viernes. Si el organismo presidido por Draghi saca el bazuca y Alemania no pone objeción, a cambio de que Francia acepte la cesión de soberanía fiscal... seguirá reinando la calma. Pero cualquier paso en falso, o un acuerdo descafeinado pondría fin a esta tregua.