El sector salva el año gracias exclusivamente a que la demanda de los extranjeros se dispara un 12,7% y a pesar del frenazo de la demanda de los españoles, que cae un 2,2%.
Los hoteles españoles han conseguido salvar el año... incluso con nota. Las pernoctaciones registradas aumentaron un considerable 6,4% durante 2011, hasta superar los 286 millones de estancias. A pesar de que el dato parece suficiente para felicitarse, hay motivos de preocupación por el frenazo de la demanda de los clientes nacionales.
El buen 2011 que ha conseguido cerrar el sector hotelero se debe exclusivamente al tirón de la demanda de los turistas extranjeros. Exclusivamente. Y es que mientras que las pernoctaciones realizadas por extranjeros se dispararon un 12,7% el año pasado, la de los clientes nacionales incluso caían un 2,2%, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El turismo trata de subirse al tren de la recuperación y, aunque algunos datos dan pie al optimismo, el buen 2011 queda empeñado por mil peros. Las llegadas de turistas extranjeros crecieron un 8%, hasta casi 57 millones; el gasto de los turistas marca máximos históricos y rondará los 53.000 millones de euros; la actividad turística crece cuatro veces más que el conjunto de la economía...
Un buen año para el turismo, sí, pero apoyado solo en una de las patas del negocio (los clientes extranjeros) mientras que la otra (la demanda nacional, que concentra la mitad de la actividad) ni está ni, de momento, se le espera. El turista español sigue viajando, pero mirando más el euro: la cifra de viajeros españoles sigue representando más de la mitad del total de clientes de los hoteles (más del 53%), pero concentran solo el 38,8% de las pernoctaciones.
Empujón de los grandes mercados
Alemania y Reino Unido siguen siendo los grandes impulsores de nuestro negocio hotelero. Alemanes y británicos concentran el 27% y el 24% del total de pernoctaciones de extranjeros en hoteles el año pasado. El mercado alemán registró un crecimiento anual del 10,4%, mientras que el británico también se apuntaba un fuerte avance del 7,8%. Francia, Italia y Países Bajos, los siguientes grandes mercados emisores, también registraron incrementos de pernoctaciones del 14,2%, 14,3% y 15,8%, respectivamente.
El sector turístico vive el tirón de la demanda extranjera con el temor a que se trate de una alegría coyuntural. El turismo español se ha beneficiado durante todo el año de los flujos de turistas europeos que han dejado de ir a los destinos de "sol y playa" del norte de África por las revueltas árabes. Una vez que la estabilidad vuelva a la región será difícil que España consolide esta clientela prestada durante 2011.
Los precios vuelven a subir
En los peores años de la crisis, las cadenas hoteleras han tratado de incentivar la demanda bajando sus tarifas. La medida, la más fácil de adoptar por las empresas, representa un problema para el sector porque las compañías tardan varios años en recuperar el nivel de precios, con el consiguiente golpe a la rentabilidad. Hasta el pasado verano, los hoteles españoles habían acumulado casi una treintena de meses consecutivos con rebajas de precios. En 2011, la tendencia cambia, sin alardes, pero cambia: el Índice de Precios Hoteleros registró en 2011 un ligerísimo aumento del 0,2%. Aunque casi testimonial, no deja de ser una declaración de intenciones por parte del sector.