La economía española comienza a crecer, aunque sea de forma frágil. Pero los expertos piden cautela porque todavía existen importantes riesgos, tanto a nivel interno como externo, que pueden acabar con esta tendencia positiva.
1-Sector exterior con poco valor añadido José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, defiende que, aunque las exportaciones han ganado en fortaleza y están tirando del PIB, no tienen una base solida. “El sector exterior está creciendo muy rápido y ya representa el 30% del producto. Ya se sitúa a un nivel cercano al de Alemania, la diferencia es que en el caso español se trata de un sector exterior con poco valor añadido y que crece gracias a reducir costes vía empleos y salarios. Pero tampoco tenemos claro que esta tendencia se pueda mantener en el tiempo”, explica este analista de Citi. 2- Escasa capacidad de gasto para impulsar el consumo Los expertos opinan que la caída del consumo está tocando fondo y empezará a crecer muy débilmente en 2014. Sin embargo, también coinciden en que hay muchos elementos que limitan la demanda interna. A juicio de Silvio Peruzzo, economista de Nomura, “el proceso de desapalancamiento y la falta de crédito para las pequeñas y medianas empresas así como la moderación salarial van a seguir la capacidad de gasto. Además, España debe encontrar una base estable para volver a la creación de empleo pero para eso será necesario tiempo”. 3- Desempleo Peruzzo también destaca el efecto negativo del desempleo en el consumo de los hogares españoles (concretamente, en el segundo trimestre había 5,9 millones de parados). Por ello, mantiene que la mejora de la demanda interna “es el mayor reto para España”. 4- Ajuste fiscal El economista de Nomura también cree que “el gran déficit y la consolidación fiscal en curso seguirán siendo un lastre para el crecimiento”. La Caixa también apuntaba en su último informe de septiembre que el primer riesgo para la recuperación “es el incumplimiento de las metas establecidas de ajuste presupuestario”. “Los datos conocidos hasta hoy muestran que la exigencia para los meses finales del año será máxima, y es imprescindible conseguir los objetivos, puesto que en materia de consolidación fiscal España tiene aun mucha credibilidad que recuperar. La relajación de las sendas de reducción del déficit no debiera ir acompañada de desviaciones significativas respecto a las metas acordadas”, añade el análisis. 6- Sensible a cualquier rebrote de la crisis en la zona euro Para María Jesús Fernández. analista de Funcas, la principal amenaza a que se enfrenta la recuperación es externa y apunta “la posibilidad de un rebrote de la crisis de la deuda ante, por ejemplo, algún acontecimiento crítico en Grecia o Portugal”. 7- Contexto internacional Jordi Gual, economista jefe de La Caixa, explica que España puede sufrir una recaída porque también hay amenazas a nivel internacional que van “desde el conflicto en Siria, con potenciales impactos adversos en los mercados petrolíferos, hasta la evolución de los países emergentes que, como se ha podido comprobar estas ultimas semanas, son extremadamente sensibles a la política de retirada de estímulos de la Reserva Federal estadounidense”. Además, la economía española sufriría un gran impacto negativo si el Banco Central Europeo cambia su mensaje y deja de mostrarse dispuesto a hacer "todo lo que sea necesario" para asegurar el futuro del euro. 8- Complacencia en la política de reformas Otro peligro que apuntan desde La Caixa es que el Gobierno caiga en la complacencia en la política de reformas. “El impulso reformista debe, si cabe, acelerarse, y aunque los frentes son numerosos, destacan dos: el laboral y el fiscal, asociado por su parte a las reformas de las administraciones públicas y al sistema de pensiones. El laboral por la sencilla razón de que, incluso si la economía empieza a registrar tasas de crecimiento positivas, España continuará teniendo una tasa de paro inaceptablemente alta”, opinan desde la entidad. Ante este panorama, habrá que ver si la economía española logra esquivar estos obstáculos y puede consolidar su crecimiento o si, por el contrario, vuelve a protagonizar una recaída como ya ocurrió en 2011 cuando el PIB volvió al terreno negativo después de crecer cinco trimestres. ¿Se repetirá la historia?