La nueva reforma financiera aprobada por el Gobierno y el resultado de los test de esfuerzo pondrán en marcha otra vez el proceso de unión entre distintos bancos.
Apenas faltan dos semanas para que se den a conocer los resultados de las nuevas pruebas de resistencia que Oliver Wyman está ultimando con los datos iniciales elaborados por las cuatro grandes consultoras. En medios del sector se reconoce que sigue habiendo conversaciones entre todos los grupos de cara a posibles fusiones pero que estas no cristalizarán hasta que se sepa como está realmente cada grupo.
El verano ha servido no solo para que los responsables de los grandes grupos bancarios descansaran sino también para que siguieran manteniendo conversaciones y estudios sobre las posibles combinaciones entre las distintas entidades financieras nacionales para conformar bancos de mayor tamaño y menor capacidad instalada con los que enfrentarse a la crisis y a las nuevas exigencias de provisiones y de recursos propios.
Suspendidas temporalmente las subastas de los bancos nacionalizados (CatalunyaCaixa, NovaGaliciaBank y Banco de Valencia) y a la espera de como se desarrolle el proceso de saneamiento de Bankia, las miradas se han vuelto hacia algunos de los bancos de menor tamaño (Popular y Sabadell).
Y hacia el resto de las entidades surgidas de las fusiones de distintas cajas de ahorros: KutxaBank; Ibercaja, con Caja 3, y Liberbank por una parte; Unicaja y Caja España-Duero por otra y BMN, algunas de las cuales, sino todas, es muy probable que necesiten ayudas públicas para hacer frente a los nuevos requerimientos de las autoridades.