El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha insistido hoy en que el mecanismo de estabilidad, de 500.000 millones de euros, se revisará en marzo, en contra de lo que señaló la semana pasada la canciller alemana, Angela Merkel
El viernes pasado, el texto pactado por la mayoría de los miembros de la Unión Europea señalaba que se aceleraría un año la entrada en vigor del fondo de rescate permanente (MEDE) y se combinaría hasta mediados de 2013 con el fondo temporal (FEEF), que dispone en la actualidad de una capacidad de intervención de 250.000 millones de euros. El MEDE mantendría de momento un límite de 500.000 millones de euros en su dotación, cifra que se revisaría en marzo.
Sin embargo, Merkel el mismo viernes indicó que había dejado claro que el fondo no aumentaría más allá de este límite a partir de marzo.
"Restaurar la confianza es un camino largo, es más difícil de lo que la mayoría de nosotros esperábamos", ha reconocido Van Rompuy en la Eurocámara.
"La confianza que se ha ido no puede restaurarse de la noche a la mañana, lleva mucho tiempo. Pero este Consejo Europeo es una importante pieza en este camino", ha defendido el presidente del Consejo Europeo.
Hoy, Van Rompuy también ha señalado que se muestra optimista ya que cree que el pacto fiscal será firmado a principios de marzo. "A principios de marzo a más tardar, este tratado será firmado", indicó en un discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Ayer, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó al diario Le Monde que los aspectos jurídicos del acuerdo de la cumbre europea del pasado viernes serán elaborados en los próximos quince días.
Van Rompuy ha reiterado que hubiera preferido un acuerdo a 27 para reformar los Tratados e incluir así el nuevo pacto para endurecer la disciplina fiscal. "Durante la reunión quedó claro que esta unanimidad no iba a llegar", ha apuntado, en referencia al veto de Reino Unido, que exigió salvaguardas para su sector financiero. "Frente a este hecho, no hubo otra alternativa que optar por un Tratado aparte entre los 17 países de la eurozona y abierto a otros", ha señalado.
"Fue un momento de responsabilidad y solidaridad. El interés europeo estaba en juego y el interés europeo debe ser nuestra prioridad", ha insistido.
Barroso: Reino Unido puso en peligro el mercado único
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, también se ha referido a la posición de Reino Unido, que no secundó el acuerdo, el jueves y viernes pasado en la cumbre. Según ha indicado, David Cameron reclamó un tratamiento especial para los servicios financieros. Algo que, según Barroso, habría perjudicado el mercado único.
"Reino Unido, a cambio de dar su acuerdo, pidió un protocolo específico sobre los servicios financieros que, tal como se presenta, era un riesgo para la integridad del mercado interior. Este compromiso lo hacía imposible", ha explicado en la Eurocámara.